De repente, todos quieren un coupé con cuatro puertas: en una campaña de marketing de gran envergadura, Mercedes se divierte a costa del VW Passat CC - o al menos, así lo parece. Y es que de hecho fueron los de Stuttgart los que hace unos años con el CLS desarrollaron por primera vez este segmento. Aunque por mucho que quiera hacernos creer la publicidad, la indiferencia de Daimler probablemente no refleja la reacción ante el nuevo vehículo desarrollado en Wolfsburg.
La frontera entre una berlina y un coupé es tan sutil como la línea del techo de este último. En otros tiempos, cuando el mundo del automóvil aún presentaba claras estructuras, un coupé tendría dos puertas y bajo ningún concepto una columna B. En el año 2004, Mercedes hizo tambalear las estructuras de este mundo y desencadenó una crisis en esta rama profesional. ¿Es el CLS un coupé cuatro puertas? ¿O es una berlina comercializada muy habilidosamente? Independientemente de lo que digan los envidiosos o los amantes del CLS, una cosa es segura: tiene mucho éxito.
Ahora llega Volkswagen con el Passat CC - abreviatura de Comfort Coupé - y quiere amedrentar a los de Stuttgart. Naturalmente, quienes deciden si el Volkswagen contará con éxitos similares son los clientes, quienes a partir de mediados del 2008 recibieron los primeros vehículos. Sin embargo, probablemente Daimler mirará al futuro con expectación. A fin de cuentas, el coupé cuatro puertas de Wolfsburg es 15,000 euros más económico. No cabe duda que el Passat es doce centímetros más corto y su base es notablemente más débil que la del Mercedes Benz. Pero, ¿es esto lo único que resulta determinante?
Con el Passat CC, VW ha realizado un trabajo ejemplar. En 4.80 metros de longitud, cuatro pasajeros pueden tomar cómodamente asiento. La renuncia al asiento central de emergencia en la parte trasera proporciona mucho espacio para los ocupantes de los asientos traseros. Lógicamente, la línea plana del techo limita un poco la libertad de movimiento de la cabeza, pero al mismo tiempo genera una sensación de seguridad parecida a la de una caverna. El cuero blando y los asientos deportivos de contornos bien trazados adulan a los ocupantes e invitan a su más completa relajación.
VW no se ha permitido ningún error en absoluto, ni en lo que respecta a la selección del material ni al procesamiento. Las salpicaderas las conocemos en su mayor parte de la berlina, aunque existe un abismo ya que el Passat CC tiene un aspecto más noble y exclusivo. Como novedad destacan los cuadros de instrumentos redondos con iluminación blanca (recuerdan al Phaeton) y que tienen un efecto notoriamente más elegante que los habituales instrumentos en azul y rojo. Asimismo, para el CC se han revisado los controles del aire acondicionado, el volante de tres radios y el recubrimiento de las puertas.
El Passat CC no se corresponde en absoluto con el prejuicio del coupé estrecho y poco práctico también en lo que respecta al volumen de la cajuela. Con una capacidad de 532 litros (27 litros más que el Mercedes CLS) pueden cargarse asimismo objetos largos. Además, y de forma opcional, viene con un banco trasero abatible y divisible que amplia de nuevo el volumen notablemente.
Esto en cuanto a la práctica. En el Passat CC resultan mucho más importantes los valores “internos”: con ello, según la opinión de Ulrich Hackenberg, director del área de desarrollo, el coupé debe crear un sentimiento que despierte emoción hacia la marca. Precisamente la serie Passat, que desde hace 35 años forma parte del programa, se caracteriza muy poco por su diseño excitante o su dinámica superior, es decir, nada que eleve el pulso. Pero ahora esto debe cambiar. El mismo diseño del CC ya se desvía notablemente de la ya habitual línea compatible con la corriente principal.
Cofre largo, parte trasera corta, a lo largo del flanco un pronunciado borde de contorno: así se presenta el Passat. Sus faros afilados miran desafiantes hacia delante, las lunas sin marco le proporcionan elegancia. Lo que más llama la atención es la parte trasera con los faros grandes, rojos y un marcado reborde en el portón trasero. A ello hay que añadir la luna trasera extremadamente pequeña que, aunque tiene un aspecto bastante elegante, limita en gran medida la vista atrás.
Con el fin de no llegar sólo al corazón del esteta, sino también del ambicioso conductor, el Passat CC presenta una serie de refinamientos técnicos. Esto se corresponde con el modelo más alto de la gama: 300 CV y seis cilindros, 3.6 litros de cilindrada y ofrece un par de 350 Nm. Con el motor adaptado del Passat R36, el coupé - junto con el cambio de doble embrague de seis marchas y la tracción a las cuatro ruedas - es capaz de alcanzar los 100 km/h en 5.6 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h.
Para quien los 40,800 euros (precios correspondientes al mercado alemán) de la versión de mayor potencia resulten demasiado caros, podrá hacerse con el modelo inicial de la gama por 30,300 euros; un vehículo con inyección directa de gasolina y 160 HP. Con un motor de cuatro cilindros turbo de 1.8 litros, alcanza la marca de los 100 km/h transcurridos 8.6 segundos. Libre de todo retraso de respuesta del turbo - al que nos gustaría dedicar un breve segundo como recuerdo - el Passat de 1.4 toneladas de peso ya responde dinámicamente incluso a bajo régimen. Y también con una conducción más acelerada supera mínimamente el consumo medio indicado de 7.6 litros.
Más ahorrador aún se pone manos a la obra el 2.0 TDI por 30,775 euros. VW promete para el diesel common rail de 140 HP y marcha tranquila un consumo de tan sólo 5.8 litros por 100 kilómetros. En la práctica, este valor oscila hasta los 6.5 litros. Sobre todo en comparación con el antiguo motor de autoignición inyector bomba, el nuevo cuatro cilindros encarna la pura tranquilidad. Este mismo año, VW desea ampliar la gama con un motor gasolina de 200 CV así como con un potente TDI de 170 CV.
Los motores potentes son una cosa y un chasis equilibrado es otra muy distinta. En el Passat CC el conductor tiene de aquí en adelante derecho a elegir: mediante la pulsación de una tecla puede controlarse el chasis adaptativo en tres niveles que van desde cómodo hasta rígido. Incluso en el modo confort el Volkswagen no se vuelve esponjoso sino que se desliza sobre los perfiles irregulares suave como la mantequilla pero en todo momento perfectamente controlable. El otro extremo, el modo deportivo trae consigo, además de un ajuste significantemente más duro, una dirección servoasistida más reducida.
El punto culminante de toda la historia es la regulación progresiva de la amortiguación. En función de la calzada y de la situación de conducción se regulan los amortiguadores a la velocidad del rayo; en las curvas, por ejemplo, se tensan los exteriores, con el fin de permitir una mejor inclinación lateral. En las calles con calzada mala, el sistema se adapta prácticamente en tiempo real al suelo. De este modo se incrementa el confort y al mismo tiempo se aumenta también la seguridad.
En lo que se refiere a la seguridad, VW introduce en el Passat CC el así llamado "Lane Assist". En comparación con los otros asistentes disponibles para mantener la trayectoria dentro del carril, los cuales únicamente avisan al conductor cuando abandona el carril, el sistema desarrollado en Wolfsburg interviene activamente en la dirección electromecánica. Como trasfondo cabe mencionar que el 14 por ciento de todos los accidentes con heridos se deben a que el vehículo se sale del carril. Si el sistema se encuentra activado (a partir de los 65 km/h), una cámara supervisa las marcas del camino.
Quien conduzca por encima de una marca vial, ya sea la línea central de la carretera o la delimitación del arcén, sin poner el intermitente será devuelto de nuevo al carril mediante suaves intervenciones en la dirección. Naturalmente, puede vencerse el sistema con poca fuerza, de manera que el conductor pueda imponerse en todo momento. No obstante, estas pequeñas intervenciones son tan eficientes que devuelven de nuevo con seguridad el vehículo a la trayectoria. Sin embargo, se equivoca quien piense que puede cederle por completo la conducción al sistema. El sistema Lane Assist no puede, por ejemplo, procesar los radios de curvas demasiado estrechos y avisa al conductor mediante señal acústica o mediante una advertencia en la computadora de a bordo. Asimismo, el sistema detecta rápidamente que el conductor ha soltado completamente las manos del volante y le solicita que tome nuevamente el control.
VW cuenta con un asistente más. El Park Assist, conocido ya de otros modelos, reconoce un sitio de aparcamiento adecuado al pasar por delante y aparca automáticamente el coche en el mismo. El conductor únicamente debe accionar el acelerador y el freno - ¡y asume asimismo la responsabilidad!. Su precio de 755 euros (mercado alemán) no es precisamente barato, pero: sólo los sensores de aparcamiento recomendados en todo caso debido a la mala visión cuestan 520 euros. Lane Assist se encuentra disponible por 515 euros, el chasis adaptativo puede adquirirse por 1,025 euros.
La lista de equipamiento especial puede continuar alargándose: el paquete ambiente con bonitas luces, la regulación de distancia automática, diversos insertos decorativos, asientos climatizados o un techo panorámico - VW tiene respuestas para todos los gustos. Por el contrario, el equipamiento de serie es más bien escaso. A pesar de que ejemplarmente incluye todo el equipamiento de seguridad, las características extraordinarias de confort cubren exclusivamente la regulación eléctrica de los espejos exteriores, los vidrios eléctricos y el aire acondicionado manual. La propia radio no está incluida desde fábrica. En este aspecto, VW debería acentuar algo más las pretensiones premium del Passat CC.
Con el Passat CC fabricado en Emden, VW se vuelve perceptiblemente más emocional. Ya no se frena tanto la creatividad de los diseñadores con el fin de satisfacer el gusto de la mayoría. El diseño divide, la técnica convence. Una confección intachable, motores potentes y ahorradores y refinamientos técnicos, como el chasis adaptativo o el asistente de mantenimiento en la trayectoria del carril convierten el Volkswagen en un vehículo codiciable. Son los clientes quienes deciden si Mercedes debe tener miedo. Pero quien coquetee con el CLS y su presupuesto sólo alcance para la Clase C, encontrará en VW una alternativa pareja. Asimismo, el Passat CC interesará a muchos compradores para los que la berlina a veces resultaba demasiado convencional.
Publicado por:
Enrico Sorgato
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