El gobierno federal de Estados Unidos prepara la solicitud de protección por bancarrota para la automotriz Chrysler
Con el fin de ayudarla a reestructurar sus activos, de acuerdo con lo publicado hoy por The New York Times en su versión electrónica.
Segun fuentes citadas por el rotativo, el Departamento del Tesoro está preparando la aplicación del capítulo 11 para declarar la bancarrota de Chrysler, la cual podría presentarse la semana próxima.
Indicó que la medida protegería las pensiones y los planes de salud de los empleados sindicalizados de la empresa.
The New York Times señaló:
-Que el acuerdo que alcanzará la automotriz italiana Fiat, en pláticas para adquirir Chrysler, tendría que ser concretado bajo la protección de las leyes de quiebra.
La medida, similar a la que podría aplicarse a General Motors, la adoptaría el gobierno para evitar que las finanzas de la empresa sigan deteriorándose.
El diario aseguró, sin embargo, que no estaba claro cómo se compensaría a los acreedores de la firma, que habían rechazado la última oferta del gobierno federal, de 22 centavos por cada dólar adeudado y 5.0 por ciento en acciones de la automotriz.
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Pendientes de la crisis económica que rodea a la industria automotriz Norteamericana, el presidente B. Obama define sus estrategias de rescate con su equipo económico.Estas noticias parecen ser el salvavidas para la empresa G.M., que contara con el apoyo económico solicitado para no desaparecer,sin embargo no resulta lo mismo para la armadora Chrisler para la cual fue denegado el apoyo financiero.
Las decisiones fueron tomadas de acuerdo al análisis financiero hecho por el equipo de Obama, donde demuestra que:General Motors es la empresa que está peor. Dicen que, de aquí hasta 2012, se cerrarán en todo el mundo 14 plantas y se despedirá a unos 47.000 trabajadores (entre empleados y obreros); de ellos serán unos 3.400 en los Estados Unidos. A los que queden se les reducirá un 3 por ciento del salario. El grupo ha exigido al gobierno Obama 30.000 millones de dólares, entre préstamos y líneas de crédito para (afirma) poder sobrevivir.
Chrysler, por su parte, cuenta con despedir a 3.000 trabajadores y ha pedido ayudas federales por un total de 6.000 millones de dólares, al tiempo que espera mucho de su alianza estratégica con Fiat para reconvertir una parte de su producción. [Corren fuertes rumores en la prensa especializada norteamericana acerca de esta alianza: el sindicato norteamericano, UAW se haría con el 20 por ciento de las acciones de Chrysler. Lo que dejamos reseñado a la espera de las evoluciones del asunto]. También en Ford, la única que no ha pedido ayudas públicas, el sindicato ha tenido que aceptar posteriores renuncias por parte de los trabajadores. El acuerdo firmado el pasado febrero preve que los salarios no se tocarán, pero se eliminan las revisiones salariales por la inflación y algunas otras más como, por ejemplo, el premio anual de productividad y la paga extra. Se ha introducido, además, la suspensión del programa “Banco del trabajo” que permitía a los despedidos continuar recibiendo una paga (una parte del salario) hasta un periodo máximo de dos años.
Pese al alud de optimismo que ha supuesto el acuerdo entre Chrysler y Fiat, no todo son buenas noticias. Según fuentes cercanas al negocio, Cerberus, que tiene una importante participación en la firma, podría perder todos los fondos que ha invertido en Chrysler en los dos últimos años, después que el ultimátum del Gobierno de Obama obligase a la automovilística estadounidense a cerrar su alianza con Fiat.Cerberus no sería la única afectada por la decisión de Obama. Las mismas fuentes admiten que la participación de Fiat en Chrysler será menor de lo acordado inicialmente (los 35% avanzados se reducirían a 20%).
Sin embargo, Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Fiat, no destapó cualquier señal de alarma, develando solamente el "orgullo" que sintió por la automovilística italiana haber sido la elegida para contribuir al relanzamiento de la industria del automóvil estadounidense en virtud del acuerdo final alcanzado con Chrysler.
Montezemolo subrayó que la alianza con Chrysler, según la cual Fiat recibirá un 35% del accionariado de la compañía estadounidense a cambio de la transferencia de tecnología, modelos y capacidad de distribución mundial, supone un reconocimiento para la industria italiana y para Italia.
Pese a reconocer que el mercado americano está viviendo "momentos difíciles", el presidente de la firma italiana vislumbra una buena oportunidad para Fiat y el "desafío más grande" de la historia de la automovilística. Sergio Marchionne, consejero delegado de Fiat, destacó la importancia de la alianza, que convertirá a Chrysler "más fuerte desde el punto de vista financiero".
Publicado por:
Jesus Agustin
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